Es un sitio increible, con una ubicación espectacular para observar el paisaje de las viñas y vistas a Laguardia. El restaurante, aunque algo caro, tiene una excelente comida de calidad, un trato personal incomparable. La visita a las bodegas no te la puedes perder asi como la cata que va incluida. Recomiendo el moscato y el vino tinto joven. Un lugar muy idilico para pasear y moverse desde ahi en coche hacia el Pais Vasco o hacia La Rioja. El hotel esta decorado con gusto y muy moderno